El carbón es una roca oscura y combustible compuesta principalmente de carbono, junto con pequeñas cantidades de hidrógeno, azufre, oxígeno y nitrógeno. Se forma a lo largo de millones de años a partir de los restos de plantas muertas, típicamente encontradas en regiones pantanosas antiguas, y es un tipo de combustible fósil.
El carbón se puede categorizar en varios tipos según su concentración de carbono y eficiencia energética:
Se quema principalmente para generar electricidad, alimentar procesos industriales (como en la producción de acero) y servir como materia prima en productos químicos. Sin embargo, el uso del carbón ha estado disminuyendo debido a sus altas emisiones de dióxido de carbono y otros contaminantes, contribuyendo a problemas ambientales.
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